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Fajas y ejercicio: Un examen técnico de mitos, realidades y protocolos de uso seguro

Fajas y ejercicio: Un examen técnico de mitos, realidades y protocolos de uso seguro

El uso de prendas de compresión, incluidas diversas fajas, durante la actividad física ha generado gran interés, impulsado por afirmaciones de marketing sobre mejora del rendimiento, pérdida acelerada de grasa y moldeamiento corporal. Sin embargo, desde una perspectiva científica y biomecánica, es esencial analizar estas afirmaciones, comprender sus implicaciones fisiológicas y establecer protocolos claros para un uso seguro y adecuado. Este artículo ofrece un examen técnico sobre el uso de faja mientras se hace ejercicio, desmintiendo mitos comunes y destacando consideraciones de seguridad con base en el conocimiento actual.

¿Faja médica o estética?

Debemos diferenciar entre fajas médicas prescritas para condiciones específicas (como linfedema o apoyo postoperatorio durante ejercicios de rehabilitación) y fajas estéticas de venta comercial, como los “waist trainers”. Estas últimas, a menudo comercializadas como fajas colombianas, requieren mayor escrutinio al analizar sus supuestos beneficios durante el ejercicio.

Mitos sobre el ejercicio con faja vs. Realidad científica

Mito: Mayor quema de grasa localizada

La idea de que comprimir una zona favorece la pérdida de grasa localizada es falsa. La quema de grasa es un proceso sistémico y no se logra mediante compresión externa. El sudor inducido por la faja solo reduce líquidos de forma temporal, sin eliminar tejido adiposo.

Afirmación: Más sudoración y "desintoxicación"

El sudor generado bajo una faja para hacer ejercicio se debe al efecto oclusivo. Esto no implica una mayor desintoxicación ni gasto calórico relevante. Puede, en cambio, aumentar el riesgo de deshidratación e irritaciones cutáneas.

Afirmación: Mejora de la postura y activación del core

Algunas fajas pueden brindar soporte postural pasivo, pero confiar excesivamente en ellas sin fortalecer activamente los músculos del core puede debilitar la estabilidad natural del cuerpo a largo plazo.

Afirmación: Mayor gasto calórico

No hay evidencia sólida que demuestre que usar una faja estética aumente de forma significativa el gasto calórico durante el ejercicio.

Posibles Riesgos de hacer ejercicio con faja

  • Restricción respiratoria: La compresión en abdomen y tórax puede dificultar la respiración y reducir la eficiencia pulmonar.
  • Disminución de la activación muscular del core: Una faja demasiado restrictiva puede interferir con la activación natural de los músculos estabilizadores profundos.
  • Problemas de termorregulación: La acumulación de calor y sudor puede provocar sobrecalentamiento y agotamiento.
  • Irritación de la piel: El uso prolongado puede causar rozaduras, sarpullidos o infecciones por hongos.
  • Molestias gastrointestinales: La compresión abdominal puede causar reflujo o malestar digestivo.

Guía de uso seguro (Guía técnica faja fitness)

  • Elige tejidos transpirables y flexibles: Evita los modelos rígidos. Prefiere diseños deportivos que permitan movimiento y ventilación.
  • Ajuste correcto: No debe restringir la respiración ni generar dolor. Consulta la guía de tallas
  • Usar solo en ejercicios controlados: Podría usarse con precaución en entrenamiento de fuerza o bajo impacto, pero se desaconseja en cardio intenso.
  • Escucha tu cuerpo: Suspende el uso si sientes mareos, dolor, entumecimiento o dificultad para respirar.
  • Hidratación constante: Bebe suficiente agua antes, durante y después.
  • Higiene estricta: Lava la faja tras cada sesión de ejercicio. Consulta nuestras recomendaciones de cuidado
  • No reemplaza el entrenamiento ni la alimentación adecuada: Las fajas no sustituyen el ejercicio bien hecho ni una dieta saludable.

Una mirada informada

Desde un punto de vista técnico, los beneficios del ejercicio con faja (como mayor pérdida de grasa o desintoxicación) no están respaldados por evidencia científica. Aunque pueden ofrecer una sensación de soporte, los riesgos como la limitación respiratoria o el debilitamiento del core deben tomarse en serio. Si se usan, deben ser modelos deportivos flexibles y transpirables, con foco absoluto en la seguridad en el gimnasio, la comodidad y la higiene. Lo más importante sigue siendo una técnica de ejercicio adecuada, fortalecimiento intrínseco del core y hábitos saludables.

Dr. Ricardo Méndez